lunes, 30 de junio de 2014

Patatas con queso de cabra y bacon


Receta típica suiza

Estaba yo haciendo tiempo hasta la hora de una de las clases de español que doy, y entré en una librería del centro de Basel. Justo a la entrada tienen los libros de cocina, así que ahí me quedé. Me llamó la atención un libro sobre la gastronomía de la región de Berna. El libro no me apasionó tanto como para comprarlo, pero me gustó mucho una de las recetas que contenía. Y esta es la receta que hoy os propongo, típica de la región del Oberland bernés: patatas con queso de cabra envueltas en bacon.

Hemos comido estas patatas ya un par de veces en casa y nos han encantado a todos.


Las lonchas de queso de cabra no deben ser muy gruesas y tienen que tener más o menos la forma de la patata. Si sobresale mucho queso por fuera del borde de las patatas se derretirá luego en la sartén, ensuciando el aceite.

Para 3 raciones se necesita:

6 patatas medianas, 6 lonchas de queso de cabra, 6 lonchas de bacon, aceite de oliva virgen extra (AOVE), agua, sal.

Cómo prepararlo:

Lavar bien las patatas y ponerlas sin pelar en una olla. Cubrirlas con agua y espolvorear un pellizco de sal. Hervir las patatas durante 20-25 minutos (pincharlas por el centro con un palillo para saber si están: si el palillo entra y sale sin dificultad es que están hechas).

Pasado este tiempo apartar la olla del fuego, y dejar que las patatas se enfríen un poco fuera del agua.

Partir una de las patatas por la mitad a lo largo. Poner una loncha de queso sobre una de las mitades, taparlo con la otra mitad, envolverlo todo con una loncha de bacon y asegurar los bordes pinchando con un palillo para que el bacon no se separe de la patata. Hacer lo mismo con todas las patatas.

En una sartén poner abundante AOVE para freír las patatas. Cuando el bacon pierda el color crudo y empiece a estar doradito estarán listas.


Esta es la receta suiza del mes de junio. ¿Os atrevéis a probarla?

lunes, 23 de junio de 2014

Ensalada de tomate, mozzarella y huevo


Plato veraniego

El calor ya ha llegado, estamos en verano y apetecen platos fresquitos. La ensalada de hoy es muy simple, con unos ingredientes que hemos preparado y comido muchísimas veces: tomate, queso mozzarella y huevo duro. Lo que la hace diferente es la vinagreta, que no lleva vinagre, sólo AOVE, sal, pimienta negra y albahaca.

Andaba yo el otro día por el supermercado intentando abastecer la nevera después de casi un mes de exámenes, y tropecé con unos tomates "aus der Region" que tenían muy buena pinta. Y la verdad es que no me defraudaron, aunque todavía no sea temporada de tomates.

En Suiza tienen muy en cuenta el medio ambiente, y creo que os he comentado alguna vez que les gusta que los productos que comen sean de la región (aus der Region). Si es posible prefieren que los tomates sean de alguno de los pueblos de alrededor, aunque cuesten más caros que los tomates italianos o españoles que han tenido que recorrer bastantes kilómetros para llegar a Suiza. Y lo mismo ocurre con fresas, calabacines, manzanas, ...

Aunque la verdad es que muchísima fruta y verdura viene de España e Italia. El otro día, por ejemplo, me topé en una frutería con unos melones de Villaconejos. Iba a clase y no podía cargar con un melón, pero prometo comprar alguno y contaros qué tal.

Ensalada fácil y refrescante

 


Para 2 raciones se necesita: 

2 tomates grandes, 2 huevos cocidos, queso mozzarella en barra, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal, pimienta negra recién molida, albahaca.

Cómo prepararlo:

Partir los tomates, el queso y el huevo duro en rodajas.

En un cuenco mezclar bien 5 cucharadas soperas de AOVE, un pellizco de sal, media cucharadita de postre de albahaca seca, y pimienta negra recién molida al gusto.

Colocar en el plato rodajas de tomate mezcladas con rodajas de mozzarella. En uno de los bordes del plato colocar las rodajas de huevo duro montadas unas sobre otras.

Aliñar el conjunto con la vinagreta.


Y ya tenemos un entrante para una cena o una comida. Sano, ligero, sabroso y rapidísimo. Y además, sin pasar  calor en la cocina.

¡Qué aproveche!