viernes, 31 de octubre de 2014

Estofado de ternera con calabaza



 

Guiso de otoño


Tengo un montón de recetas atrasadas. Entre las vacaciones de otoño, que en Suiza se hacen en octubre, y actividades varias, no tengo tiempo de enseñaros las cosas que cocino. ¡Pero prometo enmendarme!

Hoy os traigo la receta suiza del mes de octubre, que es un guiso (Eintopf) cocinado a fuego lento, y en el que los ingredientes principales son calabaza y ternera.


Básicamente un "Eintopf" es cualquier guiso cocinado en una olla. Y como ingredientes básicos suelen utilizarse algún tipo de carne, y legumbres, verduras o patatas.

Plato de cuchara para temperaturas bajas


Es un plato de esos que apetecen cuando las temperaturas bajan de repente y sin avisar. Por Basel ya hemos tenido algún día de estos. Afortunadamente, el Sol esta semana ha vuelto a salir y hemos tenido unos días muy agradables.

Hay que aprovechar que la calabaza está de temporada. Yo sigo utilizando la calabaza de piel verde que compré en el mercado de calabazas de Bottmingen, y que se conserva todavía de maravilla. Aunque he de confesar que ya casi no me queda.


En Suiza y Alemania en esta época cocinan muchos platos con calabaza, aunque la estrella es la "Kürbissuppe" o sopa de calabaza. Y la hacen buenísima. Cuando quise hacer la foto, Jesús ya casi se había comido toda la sopa.


La calabaza le da un color anaranjado muy bonito al caldo. Y además recoge todas las vitaminas y demás propiedades de todos los ingredientes que conforman este rico plato de cuchara. 


Para 3 raciones se necesita: 

250 g. de ternera en dados, harina, 1 cebolla pequeña, 2 dientes de ajo, 1/2 pimiento rojo, 3 judías verdes largas, 1 zanahoria grande, 500g. de calabaza en dados, aceite de oliva virgen extra (AOVE), sal, pimienta negra recién molida, 1 hoja de laurel, 1/2 cucharadita de moka de pimentón, 1 tomate, 1 patata pequeña y 2 l. de agua.

Cómo prepararlo:

Cubrir el fondo de una olla con AOVE. Cuando esté caliente, echar el ajo y la cebolla bien picaditos.

Cuando la cebolla empieza a tomar color, añadir el pimiento, también picado. Remover bien todo.

Enharinar los dados de ternera e incorporarlos a la olla. Dar unas vueltas hasta que tomen color.

Rallar entonces un tomate sobre la olla, y remover bien todo. Echar el pimentón, remover un  instante, y verter en seguida el agua. Lavar una hoja de laurel e incorporarla al guiso.

Cuando empiece a hervir, añadir la pimienta negra recién  molida, y dejar cocer a fuego lento durante una hora y cuarto.

Mientras, lavar las judías verdes, despuntarlas y quitarles el hilo.

Añadirlas pasado el tiempo de cocción, junto con la zanahoria cortada en rodajas finas, la calabaza pelada y cortada en dados y la patata, también pelada y cortada chascándola.

Dejar que el conjunto hierva 15 minutos. Añadir entonces sal al gusto, remover y dejar otros 5 minutos más.


Si tenéis tiempo para cocinarlo, es un plato delicioso que compensa con creces el tiempo pasado en casa vigilando la olla.

Espero que el plato os guste tanto como a nosotros.

¡Buen provecho! o En guete!, como dicen en Suiza.

martes, 7 de octubre de 2014

Pollo con calabaza al horno y quinoa


Estamos en plena temporada de calabazas. Y yo ya he comprado unas cuantas para hacer platos ricos y sanos este otoño, como este pollo al horno con calabaza acompañado de quinoa.


Estas son las calabazas que compré hace un par de semanas en un mercado en Bottmingen.


De momento, estoy utilizando una de ellas, la de color verde. Con ella he hecho ya algún puré de calabaza y también la receta de hoy. ¡Y todavía me queda calabaza!


Las que son naranjas son de una variedad que no hay que pelar. Ya os hablé de ellas en la receta de la crema de calabaza con parmesano. 

El plato de hoy es fácil, rápido, nutritivo y muy sano. Y puede comerse como plato principal, pues lleva carne, cereal y calabaza, que según todo lo que he leído sobre el tema es una fruta. En otro momento os hablaré de ello,  pero os adelanto que el pepino, la sandía o el melón, por ejemplo, son de la misma familia que la calabaza.

Para este plato no hace falta pelarla, pues la piel saldrá sin problema cuando se haya cocinado.


En casa nos ha encantado el sabor de la miel en la calabaza, pero si no os gusta mucho el sabor a miel, os aconsejo que lo que sobre de la mezcla del cuenco lo esparzáis por la bandeja y añadáis más AOVE. De esta manera la calabaza no sabrá tanto a miel.


Para 3 raciones se necesita:

3 cuartos traseros de pollo, 1 ó 2 rodajas de calabaza  por ración, 8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra  (AOVE), 2 dientes de ajo, sal, pimienta negra recién molida, 2 cucharadas soperas de miel, 1 taza de las de té de quinoa, 2 tazas de las de té de agua.

Cómo prepararlo:

Cortar la calabaza en rebanadas de 3 ó 4 cm. de grosor.

Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.

En una bandeja de horno colocar el pollo y las rodajas de calabaza.

Poner la mitad del AOVE en un cuenco, y mezclarlo con los dientes de ajo bien picaditos. Espolvorear sal y pimienta al gusto. Con un pincel untar el pollo por todos los lados con la mezcla.

Añadir a la mezcla sobrante del cuenco el resto del AOVE y la miel y mezclar bien. Embadurnar con esta mezcla las rodajas de calabaza por los dos lados, sin que les caiga ajo.

Espolvorear sal y pimienta al gusto por todo el conjunto.

Meter en el horno a media altura durante 45 minutos. Cuando haya pasado la mitad del tiempo dar la vuelta al pollo y a las rodajas con cuidado de que éstas no se rompan.

Mientras tanto, poner en un cazo una parte de quinoa y dos de agua. Cocer según lo que indique en el paquete. En mi caso, 10 minutos desde que empieza a hervir.

Ya sólo queda emplatar y servir, y disfrutar de la mezcla de sabores.


¡Qué aproveche! O como dicen en Suiza: En guete!